A partir del impactante documental «La Ilusión de la Abundancia» y las reflexiones que inspiran otras fuentes, es posible profundizar en los complejos retos económicos, ambientales y sociales de nuestro tiempo. La película, dirigida por Erika González Ramírez y Matthieu Lietaert, nos sumerge en la valiente lucha de mujeres como Carolina, Bertha y Máxima, quienes arriesgan sus vidas para proteger nuestro planeta de la explotación corporativa. Este trabajo cinematográfico no solo rinde homenaje a los defensores ambientales, sino que también expone una realidad global: la sed ilimitada de estados y empresas por los recursos naturales, un fenómeno que los directores califican como la operación de los «nuevos conquistadores».
¿Es factible un modelo económico que explota de forma incontrolada los recursos?
La respuesta que emerge de las fuentes es un rotundo no. El documental mismo se centra en el «juego profundamente desequilibrado» entre las comunidades y las corporaciones, donde gobiernos y empresas están «atrapados en una carrera global hacia el crecimiento ilimitado» para obtener materias primas más baratas. Serge Latouche, en su obra «La Apuesta del Decrecimiento«, articula claramente esta inviabilidad: «un crecimiento infinito es claramente incompatible con un planeta finito». La lógica de la entropía subraya que la energía se transforma en calor y se disipa, lo que significa que «nunca nada es totalmente reciclable» y siempre hay «cosas irreponibles».
Los datos presentados son alarmantes: para generalizar el nivel de consumo de los europeos a todo el mundo, se necesitarían «4-5 planetas más» hoy día, y más de 30 en el año 2050 si el crecimiento continúa al 2%. Un país como Inglaterra ya ha consumido la mitad de los recursos del planeta para alcanzar su desarrollo actual.
Además, la supuesta solución de la «ecoeficiencia» es calificada como una «falacia». La «paradoja de Jevons» demuestra que cuando se mejora la eficiencia en el uso de un recurso, a menudo se incrementa el consumo total de dicho recurso debido a la mayor disponibilidad y menor coste. La fe ciega en la ciencia y el futuro para resolver problemas del presente es vista como una imprudencia que va en contra del «principio de precaución» y la «sensatez».
Este modelo de crecimiento ilimitado no solo es insostenible ambientalmente, sino que también es «indeseable» socialmente. Genera «gran cantidad de desigualdades e injusticias», con el 1% de los más ricos ganando más que el 40% de los más pobres. Crea un «bienestar ilusorio», donde el crecimiento del PIB a menudo se traduce en una disminución del bienestar real y la calidad de vida, incluso para los más favorecidos. El coste del estrés laboral, el aumento de la ansiedad, la depresión y la soledad, y la degradación de las relaciones humanas son subproductos de esta búsqueda incesante de «bientener» en lugar de «bienestar».
La «ilusión de la abundancia», como concepto más allá del título del film, también se manifiesta en otras esferas. En la psicología, se refiere a cómo la sobreestimulación de la sociedad moderna, con acceso ilimitado a bienes y servicios, lleva a que «cuantas más opciones tenemos, menos satisfechos nos sentimos». En las relaciones interpersonales mediadas por la tecnología, esta ilusión genera la «falsa creencia de que todas esas personas que vemos en la aplicación están disponibles para nosotros», elevando las expectativas y la insatisfacción, y promoviendo un comportamiento «fast-food» en la búsqueda de pareja. Esta analogía resuena con la explotación de recursos: la percepción de abundancia ilimitada conduce a un consumo irreflexivo y a la insatisfacción cuando la realidad finita se impone.
¿Cómo revertir la situación para poner al centro de la sociedad y la economía las personas y los recursos?
El concepto de las «8 R» de Serge Latouche es central en su teoría del decrecimiento, un enfoque que busca transformar la sociedad para abandonar el crecimiento económico ilimitado y construir un modelo más sereno y convivencial. Estas «R» representan un círculo virtuoso de acciones interconectadas destinadas a revertir las consecuencias negativas del sistema consumista actual.
A continuación, se presenta una tabla explicativa de las 8 R de Latouche:
| R de Latouche | Explicación y Propósito |
|---|---|
| Revaluar | Implica una revolución cultural para cambiar los conceptos económicos clásicos, redefinir las percepciones de riqueza y pobreza, y cuestionar el concepto de la abundancia generada artificial . Busca deslegitimar los valores e ideologías dominantes y la manipulación mediática, saliendo del discurso económico dominante y aplicando el sentido común a las actitudes consumistas. |
| Reconceptualizar | Consiste en repensar y reubicar las nociones fundamentales de la sociedad actual, como la educación, la riqueza, la pobreza, la escasez y la abundancia, para transformarlas hacia una nueva lógica cultural. Está estrechamente ligada a la reevaluación. |
| Reestructurar | Significa adaptar el aparato productivo y las relaciones sociales para que se alineen con los nuevos valores de la sociedad del decrecimiento. Esto implica abandonar el productivismo, incluso en modelos socialistas o comunistas, y reintroducir instituciones sociales como el mercado y la moneda en una lógica diferente, no suprimirlas por completo. |
| Redistribuir | Se refiere al reparto equitativo de las riquezas y el acceso al patrimonio natural, tanto entre diferentes sociedades (Norte-Sur) como dentro de una misma sociedad. Esto incluye redistribuir la tierra para fomentar una agricultura campesina y ecológica, redistribuir el trabajo mediante la reducción de la jornada laboral y la creación de empleos verdes, y redistribuir los ingresos entre generaciones (por ejemplo, en el sistema de pensiones). También aboga por una Renta Básica de Ciudadanía y una Renta Máxima Autorizada. |
| Relocalizar | Implica producir bienes y servicios a nivel local para satisfacer las necesidades de la comunidad, financiados con ahorro local. El objetivo es reducir drásticamente el movimiento de mercancías y capitales a lo indispensable, considerando los costos sociales y medioambientales del transporte. Busca revitalizar lo local y reinsertar la economía en la sociedad local, fomentando una política local autónoma y la autogestión. |
| Reducir | Es el imperativo de disminuir la huella ecológica, no solo consumiendo menos sino también eliminando productos inútiles o perjudiciales (como los tóxicos y la publicidad excesiva) y luchando contra el despilfarro. También implica una reducción drástica del transporte y el consumo de energía, así como de residuos y desperdicios. Una de sus propuestas clave es la reducción de la jornada laboral para liberar tiempo para otras actividades. |
| Reutilizar | Implica combatir la cultura de «lo pasado de moda» y la «última tecnología» para recuperar el valor de la reutilización y el uso de segunda mano de los objetos. Se propone que las industrias fabriquen productos diseñados para durar y ser reparados. |
| Reciclar | Es la última opción en la jerarquía, utilizada solo cuando un producto no puede ser reutilizado. Es fundamental para la teoría del decrecimiento, ya que permite ahorrar energía y materias primas agotables, devolviendo a la naturaleza lo que se ha tomado. |
En el contexto más amplio de las fuentes, la idea de la «ilusión de la abundancia» también se explora desde perspectivas psicológicas, como en las relaciones personales y la adicción digital, donde la sobreestimulación y el acceso ilimitado a opciones pueden generar insatisfacción, ansiedad y soledad. Aunque estas burbujas no son de naturaleza financiera como las descritas en las «5 peores burbujas de la historia«, sí comparten un patrón de crecimiento insostenible de expectativas o consumo que eventualmente lleva a consecuencias negativas. La película «La ilusión de la abundancia», por su parte, se centra en la lucha contra corporaciones que explotan recursos naturales, generando miseria en un intento de crecimiento ilimitado, resaltando la resistencia de las comunidades afectadas.
Desde la perspectiva del documental, Erika González Ramírez resalta la importancia de la «Rebeldía» y la necesidad de «tomar un camino mucho más simple» para enfrentar un sistema «perverso» y «depredador». Matthieu Lietaert enfatiza el papel crucial de un «estado fuerte» que pueda «limitar a los grandes actores empresariales» y «redistribuir» la riqueza, como un contrapeso necesario al consumismo y la inestabilidad política que benefician a las empresas extranjeras. La internalización de las «deseconomías externas», es decir, que quienes generen daños ambientales o sociales paguen por ellos, es un paso fundamental que incluso la economía ortodoxa reconoce como viable para impulsar el decrecimiento.
¿Qué grado de cumplimiento hay respecto a los ODS y el Pacto Mundial de la ONU?
El documental «La Ilusión de la Abundancia» se involucra directamente en el debate sobre la «debida diligencia» y las «leyes vinculantes» para que las empresas respeten los derechos humanos y el medio ambiente a lo largo de toda su cadena de suministro. Erika González Ramírez y Matthieu Lietaert explican que este es un «debate difícil» debido al «lobby corporativo». No obstante, Matthew Lietaert señala un avance significativo: una ley de debida diligencia ha sido aprobada en Europa (dos semanas antes de la entrevista), aunque inicialmente solo para el 0.005% de las empresas más grandes. Esto representa un «paso en la puerta» para que las empresas no puedan operar en países como Perú de una manera que sería ilegal en sus propios territorios. El hecho de que el film se presente en el Parlamento Europeo y la ONU, siendo visto como «la ley de debida diligencia pero en emociones, en imágenes», sugiere su relevancia en las discusiones políticas sobre la rendición de cuentas corporativa a nivel global, un objetivo que los ODS y el Pacto Mundial también buscan promover, aunque con enfoques distintos.
Por otro lado, la crítica de Serge Latouche al concepto de «desarrollo sostenible» es pertinente aquí. Lo describe como un «oxímoron» y una «tentativa embaucadora de salvar el crecimiento». Latouche argumenta que, para muchos, como China, el desarrollo sostenible se entiende como «un crecimiento y un desarrollo sin impedimentos». Esta perspectiva de Latouche, aunque no se refiera directamente a los ODS, critica la base ideológica de un crecimiento continuo incluso bajo el paraguas de la sostenibilidad. Esto implica que, a pesar de los marcos internacionales, la «ideología desarrollista» sigue siendo una «arma de destrucción masiva» que prioriza la acumulación capitalista sobre la «viabilidad ecológica y la justicia social».
En resumen, las fuentes no ofrecen una evaluación directa del cumplimiento de los ODS o el Pacto Mundial. Sin embargo, sí resaltan la persistente brecha entre los principios de sostenibilidad y derechos humanos y la realidad de las operaciones corporativas y las políticas de crecimiento económico. La lucha de las protagonistas del documental y las propuestas del decrecimiento buscan confrontar esta brecha, abogando por un cambio sistémico que trascienda la mera regulación y ponga la vida y el planeta en el centro, lejos de la ilusión de la abundancia infinita.

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